El peleador irlandés Conor McGregor, terminó sus horas de servicio comunitario en la ciudad de Nueva York donde acudió a dos iglesia a dar mantenimiento durante cinco días, además de asistir a un curso de control de ira por un día; esto gracias a que la corte determinó como castigo por lanzar una carretilla a un camión donde asistían otros peleadores de Ultimate Fighting Championship (UFC).
El abogado del atleta dedicado a las artes marciales mixtas, Bruce Maffeo, contó para New York Post que McGregor había cumplido con la sanción al asistir a dos iglesias para realizar trabajo manual y mantenimiento en dos iglesias de Brooklyn.
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Fue un día completo de trabajo, No sólo estaba sentado tirando lápices al techo, a lo que agregó, que los pastores de la iglesia apreciaron la actitud positiva de Conor.
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El motivo de la sanción fue por el alboroto que hizo en el Barclays Center de Brooklyn en abril de 2018, donde lanzó una carretilla a un autobús donde viajaban peleadores de la UFC. Después de acudir a juicio y llegar a un acuerdo de culpabilidad para reducir los cargos y no pisar la cárcel por el incidente del 5 de abril que dejó lesionados a algunos compañeros de profesión.
McGregor tiene la última cita en la corte el 29 de marzo para presentar el cumplimiento de la sanción acordada, pero en esta ocasión el peleador de la UFC no tiene que hacer acto de presencia, ya que los abogados pueden presentar las pruebas de que se cumplió con lo establecido en julio.